lunes, 28 de septiembre de 2009
JUANPEDRADA DE VERGÜENZA (FOTO BLOG CAMPOSYRUEDOS)
Pensativo y cabreado, así me fui de la Maestranza el pasado sábado tras dos horas de sopor taurino, y todo por culpa de siete toros (o al menos ponía eso en el cartel) de Juan PEdro Domeq, vestido de Parladé, que como dice el dicho, "aunque la mona se viste de seda...".
Y es que es totalmente inadmisible que se vean los toros que se ven, sobre todo en Sevilla, miren ustedes que ya me quejé de los toritos de Linares, pero uno medio lo comprende por ser la plaza que es, aunque se paguen las entradas a millón.
Pero lo del sábado de Sevilla no tuvo ni nombre. Llegamos mi señora y yo a eso de las Cinco, hora taurina por antonimasia, a soportar los nervios que ya les dije me producía la tarde del sábado. Un Gin Tonic fresquito y saludos a varios conocidos, ilusión en todos los rostros ante el mano a mano forzado en Navalcarnero, ¡¡¡la madre que parió a la cornaita del hombro!!!
Con los que pude hablar de la corrida antes corroborarán que para mi gusto tendría que haber habido sustitución, y que esta correspondiera a Daniel Luque, quien demostró ayer con los de Alcurrucén lo que vale y la dimensión de torero que tiene.
Aunque menos mal que solo tuvieron que sufrir los astados de chichinabo que echaron a la maestranza dos toreros.
Destacar de los dos toreros la entrega, la ilusión y las ganas que le pusieron a los bichos con mansedumbre y mala idea que les largaron. Maestría, oficio y cojones de los de luces ante un encierro infumable que desesperaba al más taurino del mundo.
Morante bien, muy bien, muy hondo el torero desde el paseillo, terno Nazareno y Oro, toreo gallista de detalle, barroco... pero sin toro, el primero se le acabó a la segunda tanda, el tercero desarrolló sentido y lo macheteó el diestro (incomprensiblemente pitado por algún indocumentao) pa mandarlo al otro barrion y al quinto más de lo mismo, comienzo de faena barroca y al poco se acabó el toro.
Castella también muy bien, muy dispuesto, tanto que al único que medio valió le cortó una oreja, creo que más regalada por el afán de ver toros de la tarde que porque la cortara realmente.
Como dice el dicho "Corrida de espectación...."
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1 comentario:
Cuando mis padres eran abonados de la Maestranza, tendido 8, cerca nuestra había un señor gordo, con más cabeza que un kilo de ajos, que allá por los años noventa ya gritaba: ¡Canorea! ¡Más Domecq!
Como verás poco ha cambiado el asunto con respecto a la empresa Pagés y las ganaderías. No entiendo que a algún aficionado a los toros pueda gustarle el encaste Domecq en cualquiera de las muchas formas y marcas con las que quedarse con el personal: Jandilla, Torrealta, Torrestrella, Marques de Domecq, Salvador Domecq o Palardé. Son, con perdón, la misma mierda, o el mismo perro con distinto collar.
Y lo malo no es eso, sino la cantidad de sementales y vacas que han ido vendiendo a lo largo de los años a otras ganaderías, por lo que la semilla Domecq está muy repartida por toda España. Son como los Borbones antiguos, que de tanta endogamia, terminaron tontos perdidos al no haber limpieza de sangre.
Pero la culpa es de los toreros, que son los que piden este tipo de toros, anovillados, gordos, flojos, mansos, sin fuerzas, que a los 10 pases ya están con la lengua fuera.
Prefiero mil veces una corrida con Vitorinos, Miuras o Gavira, que son siempre melones por calar, a esta desidia que el encaste Domecq me produce.
No se lo que los Canorera y la empresa Pagés tendrán con el encaste Domecq pero ya chorrea después de tantos años.
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