jueves, 24 de septiembre de 2009

MAESTRO MORANTE (Foto Jose Carlos Martos)


Me permito el lujo de traeros esta pedazo de foto de mi amigo José Carlos Martos al Maestro Morante de la Puebla.

Y les traigo esta entrada para hablarles de sentimiento. Ante la próxima tarde de toros, este próximo sábado 26 de septiembre en la feria de San Miguel, me siento como un niño. No me saco de la cabeza al abuelo Alejandro, el culpable de esta pasión taurina mía, que con tan solo 10 años ya me llevaba a los toros.

Con él aprendí a apreciar la fiesta, a ir desgranando sus entresijos, a entendar la lidia y a disfrutar del pellizco de los toreros de asrte así como de la labor de un buen peón de brega, la belleza del toro bravo, la estética del arte de torear, el toreo maestro del lidiador...

Y de él llevo más de una semana acordándome. Un par de semanas va a hacer que, tarde de domingo, me fui después de dejar a mu mujer en el autobús que ha cogío la fea costumbre de separarla de mi para mandámela lejos.

Un sentimiento de tristeza inunda la mente del que les habla, y pensando en todo un poco, disfrutando del agradable paseo por la ciudad llegué a la taquilla de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

- "2 entradas pal 26 por favor"
- "huy, po no quedan muchas ehn?"

Gracias a Dios adquirí dos entradas para la tarde del próximo sábado, mi regalo de Santo, de este año 2009 en San Miguel.

Y me volví despacio a casa, saboreando cada rincón del arenal, que huele a Belmonte y Joselito todavía y empecé de nuevo a acordarme de mi abuelo. ¡¡Cómo le hubiera gustado disfrutar de la Mestranza!!, como hubiera disfrutado al tener esas entradas, porque, esté donde esté, sabe de sobra que esta "conviá" a los toros hubiera corrido de mi cuenta.

Creo sinceramente que cada generación tiene a su torero del arte. la de principios de s.XX tuvo dos, Belmonte y Joselito. Después vino Curro y ahora viene él.

Morante tiene la capacidad, al menos en mi persona, de hacerme recordar tiempos con sabor a carbón, con olor al dulce pesado y casero de las tardes, con un aroma a anís, a puro taurino, a conversación de toros, a lección de pasion del abuelo que introduce al nieto en este maravilloso mundo de los toros.

Morante tiene un poso a antiguo que todos disfrutamos, Morante hace que vuelva a sentarme en el tendido junto al abuelo a disfrutar de los toros ("niño, a los toros se van a ver tres de los seis, con eso date la entrada por pagada").

Con Morante el toreo se ve distinto, la gente lleva sombreros a la plaza, se vuelve a hablar de usted la gente, se saludan los hombres con la gracia y el repseto de antes. Morante tiene la capacidad de llenar una plaza con tres generaciones de aficcionados, Belmontista, Curristas y Morantistas.

Por eso una entrada de Morante no es cara, porque este sábado, en el pequeño sitio del tendido cubierto de la Mestranza podré disfrutar (si el tiempo y el ganao lo permiten) del los toros agarrao de la mano de mi abuelo, como hace 20 años.

Es por esto que los nervios dos días antes son los mismos, mira uno el tiempo con impaciencia, y lee las crónicas para que al Maestro no le pase nada antes de la gran cita.

solo me queda decir, ¡Enhorabuena Mestro!, porque la suerte es para los malos toreros, y usted seguro que no lo es

miércoles, 23 de septiembre de 2009

NA MÁS UE 50 AÑITOS (ARTESACRO)


Nunca es tarde. Isabel Serrato Martín.

Han pasado meses desde que tú voz quebrada por el tiempo, mandara “pararse ahí” a una cuadrilla de costaleros elegantes. Han pasado meses, pero nunca es tarde. Nunca es tarde cuando desde unas torpes letras se quiere poner en su sitio a esa persona que nunca lo perdió por mantener su impronta personalidad, siempre firme, al frente de los pasos.

No pasarás Pepe, porque tu huella y tú olor a Ariza se ha quedado impregnado en cada paso que has ordenado, en cada martillo que has acariciado.

Pepe, tú legado no ha sido otro que aprender de tú abuelo y de tú padre y enseñárselo a tu hijo, mi amigo Tony. Pepe, tú legado no es otro que sentirte orgulloso, y tu puedes estarlo de ello, de haber seguido sembrando dinastía en Sevilla, cosa muy difícil en los tiempos cofrades que corren en esta Sevilla nuestra.

El otro día, en estas reuniones espontáneas, tú hijo, como digo, tú legado, se sentía orgulloso cuando hablaba del pasado, saboreaba el presente y soñaba con el futuro. Siempre, Ariza, era la palabra que más le llenaba.

Don Alberto Gallardo lo dice, debajo de las trabajaderas y bajo la voz de los Ariza se hizo costalero, y así habrá tantas historias de hombres que se han hecho costaleros en Sevilla.

Cincuenta años te han servido para ahora sentir el regusto de saborear el trabajo bien hecho. Que hablen que os habéis vendido de que por coger martillos, que si en la Hiniesta o en San Esteban, que hermanos costaleros o no… qué más da Pepe, si hablan los que no saben, los recién llegados a este mundo y a su vez calla la gente buena como tu, que ante una dedicatoria en la “levantá” del Nazareno de Triana, te retiras porque no quieres protagonismo. Pepe, tu callas, porque siempre te avalarán cincuenta años, que se escriben pronto, poniéndole voz al paseo de Dios en Sevilla.

En tú hijo, te veré siempre, porque sé que ese respeto que él te tiene será tú imagen ante cualquier paso.

Antonio Ariza, recoge y a la vez siembra el fruto de tú padre, para tú gloria y la de los sevillanos, Pepe Ariza.

CANDADOS NO


Bueno, asunto arreglado. No se si sabréis que desde hace algún tiempo a los muchchitos extranjeros y autóctonis les ha dado, igualq ue en Italia, por ponerle candaitos al puente de Triana cuando le gusta a uno una chiavalita y tirá la llave al rio.

Ayer empezaron a quitarlos, porque esto era vergonzoso ya, y para quien no lo sepa el Puente de Isabel II está declarado Patrimonio, por lo tanto tiene una protección determinada y lo de los candaitos de los huevos es DELITO

EL FINAL DEL VERANO




Hoy termina el verano, y como resumen del mismo envío estas instantáneas de uno de los momentos agradables que se pueden disfrutar en verano, compartir un dia de campo con los amigo, comiendo y tomando cervecitas donde surge la charla cofrade ievitable.

Empieza la leña