viernes, 18 de febrero de 2011

LA CONFIANZA (Foto Germán Muñoz)




Saben los hipotéticos visitantes del blog de mi contínua comparación del mundo del costal con el del toreo.

El instante que narra esta fotografía es crucial. El costalero, como un torero, metido ya en faena, confía su salud, su terno, el vestío con el que se ha de enfrentar al toro, a su particular mozo de espadas, que esta vez no lleva el petate lleno de arreos, sino que es, como él, otro que ha de enfrentarse al mismo reto.

Momento de concentración, casi religioso, dentro del ritual que es vestirse de costalero esto es crucial. La persona que te tira de la ropa debe conocer el ofico, saber de la importancia del acto, saber que la persona que está de espaldas a él confía ciegamente que gracias a su trabajo, a no dejar una arruga, a que la ropa quede ajustada, ni muy prieta ni muy holgada...

Vestirse de costalero... de torero... qué más da. Cierra el costalero los ojos al ajustar la ropa al trabajo, empieza mentalmente a dar sus primeras chicotás, a levantar con fuerza, a pensar... hasta que el mozo de espadas particular le saca del trance.

"¿Está ahi bien?". Se suele escapar una frase muy corta aprobartoria "¡Al sitio!".

El guerrero se ha vestido para la batalla, y suele sellarse el pacto con un abrazo. Todo está apunto de empezar...

4 comentarios:

JDH dijo...

El querrero.... uffff que bonito Agustín, la verdad que es uno de los momentos donde mas puedes compartir y donde como tu dices la confianza se puede transformar en amistad. Me ha encantado este relato¡¡¡

Arcos dijo...

gracias por poenr uan foto del torerillo y mia. me ha gustado mucho al entrada. Gracias!!!

Coronacion dijo...

Bien agustin Bien!!!!!!!!!!
Firmado Martin.A el que sale ne la foto vamos junto con A.A

R. Ríos dijo...

Preciosa y muy cierta entrada. Ritual que desde hace cuatro años tú y yo compartimos por S. Lorenzo, como antes hicimos en el Plantinar.

Un abrazo amigo