lunes, 21 de febrero de 2011

LA LLAMÁ...


Se le remueve a uno el sentío y se le pone el corazón costalero en la garganta simplemente con mirar esta fotografía.

Peinaba yo, y unos cuantos también, por aquel entonces 18 pa 19 añitos, era mi segundo año debajo del Barco de la ilusión y ellos, a los que siempre consideraré mis maestros en esto del costal, mandaban el paso de mis sueños...

TODO, absolutamente todo ha cambiado desde entonces, pero en el momento que se relata en esta foto estaba también todo por llegar.

Por aquel entonces un grupo de niñatos empezaba en esto del costal, y hoy en día estamos a punto de iniciar nuestro decimosexto años bajo las trabajaderas. Mucho ha pasado desde entonces, y nosotros hemos crecido en él como él ha crecido con nosotros, la cuadrilla se ha hecho adulta, el paso ha avanzado en su fisionomía, hay gente que se retiró, nuevos compañeros, capataces y contraguías que nos ven desde el privilegiado palco celestial... pero la vida ha continuado, como continúa la Semana Santa,y nos ha traído hasta el momento actual. Aunque esta foto representa además gran parte de nuestra esencia.

Dijo el poeta a la Macarena "Por eso Reinas habrá... pero como Tú ninguna". Parafraseándolo y con todos mis respetos diré ahora "Por eso pasos habrá... pero como tú ninguno".

Tanto le debemos esta cuadrilla a este tandem de capataces que de ahi, de ellos, de sus tertulias, de sus enseñanzas, de su cariño, de su respeto y amor por el trabajo del costalero, de su humildad, intentamos seguir aprendiendo.

A los que éramos unos niños en la foto y ya peinamos canas debajo del paso nos gusta ver al señor del pelo blanco al lado del paso en un ensayo o el Jueves Santo. Al otro lo llevaremos por siempre en nuetros corazones, como un grupo de marineros lleva a su Capitán.

Acabaré definiendo esta instantánea como "Terribilitá Costalera", la terribilitá, para el que sepa algo de arte, es aquello que supo plasmar a la perfección el señor Buonarotti y que consiste en la tensión sin movimiento antes de la explosión del mismo... eso muestra esta fotografía, justo en el momento en el que todo está a punto de desatarse...

Disfruten de ella, recuerden los que puedan, lloren, piensen y sobre todo sigan, sigamos, teniendo la ilusión que teníamos entonces, como dice mi amigo y compañero Seba... " siempre en novillero".

... y es que la época de los Andreses era, com Triana, punto (o puente) y aparte...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amén amigo Tín, vuelvo a reiterar las gracias a estos dos capataces y siempre amigos. Cuidemos al Señor de pelo blanco, y como siempre, su tan merecido homenaje sigue pendiente.
ESTEBAN CABALLERO

sebas dijo...

Son muchas a las personas a las que me gustaría agradecer. Algunas están aquí y otras en mis recuerdos.
Jamás encontraré la forma de agradecerles, el que me brindaran su mano para pertenecer a esta GRAN FAMILIA.
Nos podemos sentir orgullosos de ellos, serán un legado para nosotros y para generaciones futuras de costaleros.
Agu, gracias por dar fuerza a esta cuadrilla.
Mi Agu, ha sido y será para mí por siempre NOVILLERO.