En un nuevo capitulo de esta singladura en busca de la “Toca” perdida creo tener que informarles de la situación que comienza a planteársenos.
Resulta que nuestro bordador se encontraba en disposición de abrir la toca, tal y como les conté, la primera de las tres veces que debe hacerlo, cuando se da cuenta, una vez iniciada la apertura, de que el hilo que estaba usando para ello no es el adecuado por ser de mayor grosor que el utilizado. Con lo que hubo que deshacer lo hecho y comenzar de nuevo.
El caso es que nuestro querido bordador asegura que la toca estará en la fecha pertinente, es decir, que podremos disfrutar de ella el fin de semana de San Juan Evangelista.
Pero, para tenerles también informados de todo, quisiera decirles que tras la visita del Hermano Mayor del Prendimiento y Rosario de Linares de hace aproximadamente un mes, se acordó que tanto mi hermano como yo visitaríamos al bordador los miércoles o jueves de cada semana. Pues bien, la pasada semana no hubo tal visita debido a que ninguno de los dos pudimos ir el miércoles 18 de noviembre y decidimos ir al dia siguiente.
La mañana del jueves 19 de noviembre PPG llama al Hermano Mayor para decirle que el día anterior no habíamos ido a la visita y cuando este, el Hermano Mayor, le refiere que la visita iba a realizarse en la tarde del jueves, el bordador excusa su no presencia porque “tenia clase”. Decidimos no realizar la visita al no encontrarse el “experto” en su lugar de trabajo y, debido a mi trabajo, no pude quedar con el al día siguiente, algo que si hizo mi hermano.
Excuso su no presencia el viernes por la mañana por tener que “salir urgentemente”. Lo que mi hermano, que tenia que salir de viaje, acepto y retraso su salida algo mas, esperando poder, a primera hora de la tarde visitar el avance de la Toca de Sobremanto.
Y este señor lo vuelve a hacer, vuelve a excusar su presencia, no se ahora con que pretexto, y la visita semanal queda sin realizarse.
Desde este lugar publico como es este blog nos gustaría que los lectores conocieran esta circunstancia así como recordarle al bordador que tiene, exactamente, un mes y tres días (parece una condena…) para entregar la obra a la que se ha comprometido y no faltar, por tercera vez consecutiva, a su palabra.
Seguiremos informando
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario