jueves, 13 de octubre de 2011
EL MEJOR MOMENTO....
Hay días en los que uno tiene, da igual la hora, conversaciones profundas hablando de cofradías, y ayer, a eso del medio día, después de ver y disfrutar del coqueto paso del rosario de los Humeros, tuve una.
el curioso comprobar como hay días, memoentos, conversaciones, personas y lugares que hacen que los cofrades nos sinceremos, y ayer, como digo fue uno de esos día. Refulgía el día de la Hispanidad y del Pilar en Sevilla, día primaveral y casi podríamos decir que veraniego. Plaza de la Gavidio y pomando una cervecita me espetan una pregunta que nunca me habían hecho. "Agustín, ¿Cuál es tu mejor momento de la Semana Santa?" y no lo tuve que pensar mucho.
Lo cuento aqui, en mi cuaderno de bitácora porque creo que merece la pena.
Insitnivamente casi ni lo pensé, y salió solo.
Mi mejor momento de la Semana Santa, le dije, no ocurre en Sevilla, ocurre en mi tierra, Linares, y no tiene absolutamente nada que ver con marchas, calles, olores... no, no, no. Mi mejor momento personal de la Semana Santa es, justo después de terminar de pasear al Señor del Prendimiento por las calles de Linares, con el trabajo cumplido, en el justo ecuador de mi particular Semana Santa, levantar el faldón del paso de Misterio, con el Señor ya reposando hasta el año que viene, y ver a mi madre, muy cerca del paso de Misterio que durante unas horas le ha robado a sus dos vástagos y los ha convertido en marineros de la ilusión, y fundirme con ella en un abrazo eterno.
Esta situación se viene repitiendo, a excepción de un año, desde que el que habla es cofrade y sale en estación de Penitencia, mi madre, es la que siempre ha estado ahi, es la que ha planchado la sotana de monaguillo, la túnica de nazareno o el costal y la faja del costalero. Es la que cuando era un crí me llevaba, junto con mi padre, a la iglesia, como un pincel, debida y reglamentariamente vestido con la túnica y, como mandan las reglas, tapado desde casa y hasta casa llendo siempre por el camino más corto.
Dijo el poeta "ella es la única en creerse la penitencia" y a fe mia que lo hace.
Todos los años, todos, ha estado alli como un clavo, para plantarme dos besos y un abrazo al terminar la Estación de Penitencia, y desde hace también una década, vestida de nazareno, cansada también pero sin notársele, por aquello de la fortaleza de las madres.
Ese es mi momento, el abrazo y el llanto con mi madre terrenal, que de la que lleva en lo alto es celestial diría yo también, ese es mi olor, el de mi madre, la que me trajo al mundo çy que renueva cada año el rito al salir sus hijos no ya de sus entrañas sino de las de la Gloria que es la bodega de un galeón como este nuestro de la ilusón.
A Ella la busco. a ella le lloro, a ella le doy las gracias y a ella se lo debo todo.
Por eso cada año, en mi particular año nuevo mi momento más esperado es ese, el abrazo y el beso de mi madre al terminar la Estación de Penitencia con el Señor del Prendimeinto de Linares
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2 comentarios:
Gracias a tu madre terrenal:
Siempre he pensado lo importante que sería agradecer a las personas q realmente importan, tarea q siempre tengo presente.
Quisiera dar las gracias a una persona q en estos años, para mi, ha sido una de las piedras angulares sobre la q se articula el día a día de nuestra Hermandad.
Nunca vi tanto amor, ni tanto sentimiento por esa forma de vida que tiene hacia su Hermandad, un claro ejemplo de fe y dedicación, gracias y cuídala.
Gracias a tu madre terrenal:
Siempre he pensado lo importante que sería agradecer a las personas q realmente importan, tarea q siempre tengo presente.
Quisiera dar las gracias a una persona q en estos años, para mi, ha sido una de las piedras angulares sobre la q se articula el día a día de nuestra Hermandad.
Nunca vi tanto amor, ni tanto sentimiento por esa forma de vida que tiene hacia su Hermandad, un claro ejemplo de fe y dedicación, gracias y cuídala.
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