Comenzó este día muy temprano, todavía en Linares, acabando la Madrugá, salimos Patri y yo destino a Sevilla. Para cumplir primero con el deseo de Patri de ver a su Macarena, como lo había hecho desde pequeña y que este año había sacrificado por mi.
Viaje tranquilo, conduciendo Patri y así podía yo ganarle algo de descanso al día. tras una accidentada llegada por culpa de la Hermandad de los Gitanos y la incomprensiva en muchas ocasiones policía local de Sevilla, llegamos a casa. Patri antes se había "tirado del coche" para ir a ver a Su Virgen, que iba ya camino del arco por la calle Parras
Finalmente y casi con el tiempo justo llegué a casa para comer con Iván, que venía de La Esperanza de Triana y se acostaba tras el almuerzo, y me cambié para mi particular cita con Triana.
Nervios, el barrio que ni ha dormido tras su madrugá, espera a las dos últimas cofradías que irán para Sevilla.
Entrada a la casa de hermandad por el Paseo de la O, reparto de trabajos, comentarios de cómo va la semana y al lío...
Tras esto un par de tercios o tres en compaña de Toni, Ore, Juan y Patri y a dormir... al día siguiente había que rematar la faena
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