EL PRIMERO DEL AÑO

Nada despreciable el ensayo del pasado sábado con la hermandad del Prendimiento de Linares, mucho andar, ganar metros, acostumbrarnos de nuevo al palo, buscar ese compás tan nuestro y ya con el ensayo avanzado empezar a dar cambios, ay que trabajar o afinar muchas muchas cosas, pero personalmente destaco las magníficas sensaciones, el maravilloso rato con los compañeros y amigos, y el frío... que como pudimos comprobar es un estado psicológico. Disfruté mucho y me sentí algo extraño al tener relevos en un ensayo por primera vez en 17 años, mismo tiempo que no veía un ensayo durante mucho rato por fuera, y a fe mía que ese paso asusta al andar. Queda mucho por afinar, por trabajar, por templar pero sin duda estamos en el camino.