viernes, 20 de julio de 2007

homenaje al caido



Que detalle más bonito de una hermandad hacia uno de sus costaleros. Todos recordaréis el compañero que se fue del postigo al cielo una noche de Lunes Santo, justo cuando pasó el Señor de las Aguas el postigo del aceite, uno de sus marineros se fue a su vera.
Ahora, con el nuevo paso, la hermandad le dedica esta homenaje junto a la placa que recuerda en el postigo el homenaje al caido.
En el recuerdo de aquella noche una levantá de la cuadrilla del Misterio de San Gonzalo en el puente, justo tras enterarse de la desgracia, amigo de algunos de los del Tardón. Eso si fue quitarle el polvo al puente

miércoles, 18 de julio de 2007

Paso de palio, 8 trabajaderas ¡leña marismeña!


































¡Toma barcazo! un palio de 8 palos. No podía estar fuera de la plataforma kg

Er búcaro


Como vamos para mayores a la sazón de esta foto me viene a la mante una historia. Año 2006, alrededor de las 16:30 de Jueves Santo en Linares,la cuadrilla del Señor del Prendimiento se prepara para salir. E jefe de palo de tercera tiene nueve hombres en nómina "¡Tercera trabajadera...... tercera trabajadera!" canta en el patio de San Agustin durante 10 minutos... Aparecen 6 hombres, justo para llenar el palo.
El jefe de palo se disculpa por no ser los nueve previsto y comunica a los hermanos que si alguno quiere dejar la batalla lo comprende, uno de ellos le mira fíjamente a los ojos, sonríe y le espeta "no te preocupes amigo, tu procura que no falte el agua..."
Va por los guerreros valientes

Los nuevos profesionales

Entrevista publicada en el Blog "Mentideros Cofrades", en el Blog "la gente de abajo" y en el Blog "La Gente Buena"Entrevista del especial de Córdoba en el ABC.LUIS MIGUEL CARRIÓN «curro»: «Cobrar sería reconocer el trabajo de mucha gente, pero no sé si lo haría»

- ¿Cree que ha llegado una nueva era para el mundo de los costaleros?-

Yo pienso que el costalero por devoción, y si encima se le conjuga que tenga afición, es el modelo ideal para formar una cuadrilla de costaleros para una hermandad. Hay cofradías que tienen crisis y otras que tienen fortuna de tener costaleros. Lo que sí es indudable es que en los últimos tiempos hay una corriente a la que podemos llamar del «costalero aficionado», que van con un capataz o con otro. Si a este capataz le dan una cofradía hay un grupo de gente a la cual le gusta lo que está haciendo, le gusta trabajar con este capataz. Y si hay cofradías que tienen crisis de costaleros, llaman a ciertos capataces y arreglan ese problema.

- Lo que sí parece tener es muchos detractores...

- Esto parece una nueva corriente, pero siempre ha existido, ojo. Voy a poner el dedo en la llaga: a nosotros nos tachan de «sacapasos», de que no tenemos devoción por las imágenes que llevamos. Pero lo que hacemos nosotros ha existido toda la vida de Dios. Cuando Rafael Muñoz estuvo en su tiempo llevaba un amplio grupo de costaleros que iban a todas las cofradías que él sacaba. Lorenzo de Juan o Javier Romero lo mismo. Esto ha existido, pero ahora cualquier cosa es polémica. Dependiendo de quién la haga está mejor vista o está mal vista. Nosotros no estamos descubriendo nada. Si no hubiera problemas de costaleros, a curro no lo hubieran llamado en la Sangre

.- En la relación entre la hermandad y estas cuadrillas, ¿quién tiene la sartén por el mango? ¿Puede ser la cuadrilla un grupo de presión?ç

- No, al revés. Por ejemplo, en la Sangre, Alfonso Muñoz acaba este año. Mañana hay elecciones. Si a mí me echan o no cuentan conmigo, los costaleros que yo he llevado, por lógica, como han venido conmigo, yo no me los llevo. Pero si yo no voy a estar al frente, esos chavales no irán. Cuando yo me siento con ellos y me proponen llevar los pasos, ellos ponen una serie de condiciones: los pasos tienen que andar de esta manera. Y lo acepto. Un capataz «pseudoprofesional» se tiene que atener a las circunstancias de cada cofradía. Si una junta te dice que esto hay que llevarlo así, así lo tienes que llevar. No se impone nada.

- Pero quizá pudiera llegarse a entender mal en algún momento.

- Puede pasar, pero yo quizás lo veo más con las cuadrillas de hermanos. Por ejemplo, un capataz que quiere fastidiar a la Junta de Gobierno. Como tiene un grupo de hermanos, tiene un grupo de presión. Los aficionados nunca serán un grupo de presión, porque van, ensayan, hacen su trabajo, le hacen un servicio a la cofradía y se van.

- ¿Cuántos costaleros tiene a sus órdenes?

- Nosotros el año pasado, en todas las cofradías que sacamos, dimos 525 tarjetas de trabajo. Son 525 trabajos, no 525 costaleros, porque algunos repiten.

- ¿Todo aficionados?

- Depende de la cofradía. Las cofradías que nos han llamado es porque han tenido problemas de costaleros. El Cristo de Gracia no entra en esto, porque se nutre de su propia cuadrilla. En la Candelaria hay mitad y mitad y el Amarrado es con gente que ha venido para eso. El Perdón se nutre de lo que llevamos nosotros. En el Sepulcro llevamos 15 años y apenas hay dos o tres hermanos, pero llevamos tantos años sacando a la cofradía que los costaleros le han cogido tanto aprecio que algunos se han hecho hermanos e incluso han bautizado a sus hijos allí.

- Una vez que le llaman, ¿se ponen condiciones? ¿Se negocia?

- Lo primero es escuchar a la cofradía. Ellos ponen unas condiciones: forma de llevar los pasos, la línea musical. Yo no pido mucho, pero llevo mi equipo. En el caso de la Sangre, por ejemplo, tenían prioridad los hermanos de la cofradía que quedaran. No echamos a nadie, pero si no hay hermanos, los huecos los tienen que cubrir otras personas, y así se ha hecho. Nos han dicho que echamos a todos los costaleros que había en la Sangre, y eso es mentira. Es más, el Martes Santo del año pasado me llamó el hermano mayor diciendo que si le podía dar sitio a dos chavales que habían llegado de Madrid. Les dí sitio y ya está, y se modificaron las tarjetas de trabajo.

-¿Cuando trabaja, qué relación tiene con su gente?

- Pido, tanto a los míos como de la hermandad, que tengan un compromiso adquirido. Que si hay que ir a ensayar se vaya. Esto es un problema: que a la gente no le gusta ensayar. Nosotros tenemos una dinámica de trabajo, que hacemos pocos ensayos y la gente va. Esto son las normas, y para que un grupo funcione tiene que haber una jerarquía, una disciplina y un líder. Y ante todo ser respetuoso con la cofradía a la que se va. En eso me gusta mucho hacer hincapié, que aunque nos vean como sacapasos o mercenarios de las trabajaderas no lo somos. Por ejemplo, el Perdón es una cofradía que mima mucho a la cuadrilla de costaleros del Cristo. Ellos no obligan a nadie a pagar papeleta, pero en el último ensayo yo les hablo y se pasa una bolsa. Y se saca más dinero así que obligando.Sin hipotecas

-¿Qué les reprochan sus detractores y por qué?

- A nosotros nos dicen que hipotecamos a las cofradías, porque donde vamos viene toda la cuadrilla. Pero yo no tengo la culpa de que las cofradías no tengan hermanos para sacarlas. Desde el punto de vista del hermano mayor, es como lo que ha hecho la Expiración, que ha llamado a Juan Berrocal para la Virgen del Rosario, porque saben que les llena el paso. Y tienen el problema solucionado. Pero cuando esos capataces no estén al frente de esos pasos, volverá a estar el problema. Tú no hipotecas la cofradía, tú no llamas a ninguna puerta. Vas porque te llaman. Esto pasa en Sevilla, pero los puristas de aquí no se dan cuenta.

-¿Llegará un momento en que haya que recurrir a contratar, pagando, a una cuadrilla?

- Para mí no tiene precio sacar al Señor a la calle. Cobrar sería reconocer el trabajo que estos hombres, a los que llaman sacapasos e insultan, están haciendo en la Semana Santa de Córdoba. Yo no soy imprescindible, pero me han llamado, y mientras esté al frente hago lo que la cofradía me pide. Cobrar, en cierto modo, sería reconocer el trabajo que han hecho, aunque yo no sé si cobraría. En la Expiración se ha pagado por una cuadrilla de profesionales. Está muy claro que si solucionas problemas puedes decir que no se vayan a lo cómodo. Si se pagan 800.000 pesetas por una banda...

Aprendiendo el oficio 2





Dicen que ser costalero se lleva en la sangre, que es un oficio que se aprende, y que es uno de los legados más bonitos que te pueden dejar. Algunos no hemos tenido la suerte de recibir ese legado de nuestros progenitores, pero siempre hay aluien que te mete el veneno del costal en el cuerpo.
Las imágenes son del domingo pasado, Carmen de San Leandro, un padre saca el zanco de la Virgen y ofrece a su hijo las primeras lecciones costaleriles. Lo primero es vestirse bien, como si de un torero se tratara, pegarse bien al palo, y por ahora dejarse guiar por los pies del padre.
La semilla está plantada... seguramente este niño que vemos hoy en las fotos y su generacion sean los que nos retiren de los pasos.
Vaya por todos aquellos que son capaces de inyectar el precioso veneno de la arpillera

Aprendiendo el oficio 1