jueves, 29 de marzo de 2012

EN UNA SEMANA, LA GLORIA

Queda tan solo una semana para verte de nuevo y casi me falta el aire al pensarlo. Pienso en una tarde llena de sol, llena de luz y llena de amor. Pienso en un Dios sereno portado por la hombría de bien de sus marineros del costal, subido como almirante en su galera de la ilusión. Pienso en el reencuentro, en ese momento en el que tú y yo nos ponemos frente a frente para surcar los mares de Fe de Linares, en esos que llamaste a estar contigo en el balcón divino a ser testigos del amor hecho costal y esfuerzo. Pienso en un mar de costales que rema al son de una música hermana, llena de noches de ensayo, de ilusiones, de esfuerzo, de frío y de calor, que empuja como sabe hacerlo una novena de lujo. Pienso en una Madre de Dios a lo lejos, con la catedral de la Fe encendida como una hoguera de amor, que ilumina con su solo rostro un pueblo entero que la quiere y la ama hasta el extremo. Pienso en aquellos más jóvenes que se tragan la tradición y la Fe detrás de un antifaz, o aquellos que no siendo costalero ni músico, te acompañan en el caminar de una tarde de rezo y reflexión, iluminando el camino como lo hacen las barcas que acompañanan a los galeones a entrar en el puerto con su luz. O aquello que tras de tu portan la cruz de una promesa que solo tu y ellos sabéis y que se aferran al madero como lo hiciste tu, esos maderos llenos de plegarias…. En una semana esteremos juntos de nuevo, en una semana, sobre esta hora, volveremos a reencontrarnos en el día de la navegación, en el día en el que eres tú el que viene a vernos, fíjate si tu bondad es grande que aun no haciéndolo nosotros, auno no devolviéndote esa visita, eres capaz de ir a ver a tus hijos a cada esquina si es necesario. En una semana llega la Gloria, Tú eres la Gloria.

LA TARDE QUE PASEAMOS JUNTOS

Todavía me sonrojo y me tiembla el pulso al acordarme. Hace uno días decidiste salir a pasear conmigo por la tarde y me cogiste, como siempre de improviso. Sabes Señora que siempre nos hemos buscado, que mi amor y devoción a ti ha ido cuajando como los buenos vinos en la “bota” de mi alma, pero el otro día decisdite probar el fruto de ese poso de años mirándote y admirándote. El pasado sábado decidiste que este amante tuyo hasta el extremo, que dobla esquinas suspirando por ti, que busca en el recuerdo el aroma de tu palio que huele a cera y flores y deja tras de si la fragancia de lo que tiene que ser el cielo, porque en el cielo vives tú, te asiera por fin por el talle y a fe mía que tengo grabado a fuego en el alma el tacto de tu cintura de Reina. Hay enamorados tuyos que pasan la vida sin siquiera poder acercarse, pero el sábado me dejaste hablarte al oído, dejaste que juntos paseáramos un rato solos por la puerta de tu casa, yo agarrado a ti porque en ello me iba la vida y dejaste que este humilde servidor tuyo te hablara al oído, tu y yo, como tu Hijo, sabemos lo que pasa, sabemos de qué se habla cuando se está tan cerca, pero por alguna extraña razón esta vez, como Divina intermediadora que eres, decidiste ejercer de Madre y Reina y dejaste que al oído, muy bajito te diera las gracias primero por sentirme privilegiado al subirte al lugar más maravilloso del mundo que encierra rezos, anhelos, ilusiones y peticiones de un pueblo entero que te ama, te respeta y te sigue por donde vas, tu paso de palio. Esa tarde, por un instante, fuiste mía, solo mía, y perdóneme el que lea esto el egoísmo puro, pero necesitaba contarte lo que te dije, necesitaba respirar tu olor a divinidad, tener cerca tu mejilla, que mi alma y mi corazón lloraran y mi garganta se quebrara sin poder emitir una palabra, porque Tú lo habías dicho todo, absolutamente todo. Ahora que apareces así, espléndida, vestida de Reina, preparada en tu paso para pasearte dentro de solo un semana empujada por la Fe de un pueblo que te adora y que te espera ansioso. Ahora eres de todos, eres, como siempre, para todos, pero jamás olvidaré esa tarde en la que solos, paseamos un ratito juntos y me hiciste vasallo tuyo para el resto de mis días.

miércoles, 28 de marzo de 2012

EN UNA SEMANA.... MIÉRCOLES SANTO

Si Él quiere lo pasearemos así la semana que viene, solo una semana.

martes, 27 de marzo de 2012

A PUNTO DE CUMPLIR UN SUEÑO...

MARTES... UNA SEMANA

Dentro de una semana nuevas vivencias, nuevos sonidos, nuevos rezos... la Semana Santa ha llegado a nuestros nervios...