miércoles, 7 de abril de 2010

UN PERSONALÍSIMO RESUMEN DEL JUEVES SANTO (Fotos Juan López Leiva)




Una vez que han pasado los días y que uno ha digerido casi por completo el pasado Jueves Santo, quisiera compartir con ustedes unas cuantas reflexiones personalísimas acerca de este pasado 1 de abril.

Este año ha sido el que me he hecho adolescente bajo las trabajaderas del Señor, y es que son 15 años ya de trabajo bajo sus bodegas. Quizá por eso estaba algo nervioso, por eso y porque por primera vez me acompañaba la que de mis desvelos, la que me apoya incondicionalmente ¿Qué mejor escudero puede tener un gladiador?, mi mujer, Patricia, dejó su Esperanza de sus amores en Sevilla en la Madrugá para estar en Linares junto a mi y junto a Ella, la Virgen del Rosario, a la que le debía no se qué cosa... a fe mia que lo ha cumplido y con creces.

Una de las sensaciones que me atenazaba el nervio era esa, la sensación de arrancar de lo suyo a mi mujer, que estaba completamente descuadrada frente a lo que se le venía encima. La noche del miércoles, cuando llegamos tras poder salir del Centro una vez que pasó la Sed, fuimos directamente a la misa de hermandad. Chasco primero al ver que la afluencia de hermanos no era la que creí en espera e ilusión de lo que estaba por venir.

Tras eso una pausa para tomar algo y ver el Via Crucis de la Juventud, nueva visita a la sede canónica, nervios, conversaciones, alguna que otra riña por sacar tantas cofradías, un par de copitas con la cuadrilla y amigos y a casa a dormir.

Amaneció gris, muy gris, removiendo violentamente el nervio. Casi desesperado (la noche de antes estaba raso) llamé a varios amigos a Sevilla, donde me confirmaron que estaba despejando. Quizás por esta situación la mañana de espera se hizo tensa y menos disfrutada de lo normal, algo rara. Demasiados nervios este año, demasiadas situaciones extrañas en esta cuaresma...

Abrió definitivamente regalándonos un Jueves Santo espectacular.

Una de las cosas que aprecié y aprecio desde hace años es la prisa en el vestirse de las cuadrillas. aguantamos demasiado fuera esperando a la banda que nos regala un miniconcierto para nosotros solos. El que entren 100 tíos a vestirse sólo 20 minuts antes de salir puede hacernos caer en muchos errores derivados de las prisas. Personalmente, y que me perdonen mis amigos de la banda, no los espero desde hace dos años, yo me meto dentro a hacerme tranquilo la ropa, fajarme y prepararme para pasear al Señor como Él se merece. Las prisas no son buenas consejeras, y menos en estas lides.
Las sensaciones debajo del Señor, auqnue buenas, siguieron siendo extrañas, seré sincero y aunque creo que hicimos el trabajo bien, bastante bien, nos queda mucho por pulir y mejorar. Esta cuadrilla tiene que mejorar mucho más la técnica del trabajo, el compromiso con los compañeros es de muy alto nivel, pero seguimos teniendo lagunas.
Disfruté mucho del Jueves Santo, pero disfruté mucho de los míos... de ver cómo mi amigo y hermano Esteban volvía ala pata que ha heredado por derecho, de ver cómo mi hermano de sangre se consagraba mandando al Señor, de ver como mi amigo Antonio Acuña se emocionaba cuando andaba el Señor, de ver cómo Rogelio compartía con sus hijos un Jueves Santo (qué trabajito nos ha costado tenerte otra vez amigo, pero Él todo lo puede, de ver a mi mujer en los relevos, de ver a amigos del palio en el Señor, dando ánimo porque la solidaridad costalera (a la que nadie tiene que obligarte). De ver cómo la gente lloraba rezando a mi Cristo, de ver cómo Él repartía mansedumbre mientras una cuadrilla de amigos y hermanos intentaba arrullar en cada costero su inminente martirio.

Gran Jueves Santo, de emociones fuertes... será que voy para mayor.

Superar el trance de la salida a rodillas por otra a tierra mucho mejor para la cuadrilla ha sido un acierto de todas todas, habrá gente a la que no el guste... a mi me gusta sacar a mi Cristo a la calle y meterlo en casa, pero me gusta más pasearlo por derecho.

Y por fin, de recogía, con Él posado hasta elaño que viene, fui al encuantro del Señor, entré, como todos los años, en el Sagrario a rezar un rato , a dar las Gracias por la Estación de Penitencia y salí en busca de Ella.

Me encontré con sus ojos en la rampa, cuando ya volvia para casa, cansada de derramar amor por Linares y cansada de recibir súplicas de sus subditos. Ella me la trajo hasta la puerta, y me encontrñe también con los ojazos verdes que me paran la respiración ¿cómo no iba a ir ella de la mano de la Madre de Dios?

Entró en casa con el corazón de la cuadrilla Madre y7 con la fuerza que solo ellos saben darle al garbo y gracia de la Madre bajo palio. Una salve a modo de despedida, un beso en la lejanía que marca una candelería todavía encendida y una hasta luego... hasta el año que viene.

Faltan 379 días para la Gloria...

lunes, 5 de abril de 2010

LA SEÑORA

AÑO 2010








Y me falta por poneros algo de la O.... en cuanto lo encuentre claro está

Gran año, de nuevas sensaciones y despedidas anunciadas.