jueves, 24 de mayo de 2012

SEMANA SANTA 2012 IV. Jueves Santo 3

quizás en esta entrada no logre completar mi sentimiento del pasado jueves Santo, quizás no sea el mejor momento d emi vida para hacerlo, pero lo que si puedo asegurar es que aun resuenan en mis sentidos los acontecimientos de ese día. Debo reconocer que no me veia en la calle y debo reconocer que la explosión de júbilo aderezada con el miedo constante a la lluvia hicieron del Jueves Santo un día muy especial. Compañeros de trabajadera, amigos, hermanos, COSTALEROS que el día de antes habían trabajado otra cofra´dia con nosotros y que estaban enteros como el caballo de Atila... un grupo humano indescriptible y un Hijo de Dios que llevaba dos años sin pisar la calle y más de 20 sin vestirse como lo vieron las generaciones de linarenses anteriores a nosotros. Avanza el Señor por julio Burell y sale Ella, refulge la calle al verla, otros dos años sin su presencia y con su mirada renovada al cielo abre la luz del sol para todos podamos decir Bienvenida de nuevo Rosario, Llena eres de Gracia... Lo que fue pasando por la tarde es poco descriptible, era el primer año que compartía palo con mi hermano Paco, solo hasta San Francisco, donde su Cristo Nazareno, el de todos, lo llamó a filas para que descansara de cara a la noche, la pelea era dura, pero más duro es ver a un costalero de esa categoría despedirse llorando de un paso lleno de amigos. Avanza Dios por Linares y no recibe más que aplausos, caricias al paso, rezos, oles toreros y bulla, mucha bulla, Linares acompaña a Dios a la Sentencia y Él se lo agradece con un izquierdo, un costero o unu paso largo con nombre de muerte anunciada. Me permitirán que ahora no les hable de la calle Rosario, para esta particular catedral tengo una entrada sola, así que me quiero centrar en lo que pasó a partir del ayuntamiento. A la cofradía le dan previsión de agua y magistralmente, maravillosamente y ordenadamente se reorganiza, mira de reojo a la calle Ventanas, como citándose a un nuevo reto otro año, y coge por donde siempre, pasa carrera oficial andando maravillosamente sobre los pies y vuelve a casa en cuatro chicotás de infarto solo aptas para verdaderos amantes de este maravilloso oficio del costal. Escuchaba yo lamentos y veia caras de pena ¿pena? a quien le da pena ver a Dios volver Poderoso y soberano andando largo, reposado y elegante a los sones de los suyos, o a la Madre de Dios volver rápido y elegante auqnue por mor de los acontecimientos con el palio apagado. En mi humilde opinión mi hermandad del Prendimiento y Rosario dio otra muestra más de su madurez. en la retina y en el alma queda la visión del barco de la ilusión subir la calle La Virgen con un poderío indescriptible

1 comentario:

Coronacion dijo...

Buena entrada Agus , aqui te dejo el link del nuevo blog para que lo cambies en el tuyo un abrazo a ver si nos vemos .
http://coronacion-elpuntillazo.blogspot.com.es/