martes, 3 de julio de 2012

SABER SABOREAR...

Hay que ver lo que nos queda por aprender, hay que ver lo que nos perdemos cuando no sabemos saborear el poder de un paso andando únicamente de frente. Soy un gran defensor del estilo "Trianero" de los cambios, pero cuando uno ve cosas de estas se le remueven los sentidos de "lo cofrade" y se pregunta qué de especial tiene esto. Yo lo voy a decir, el sentido de la verdad, del trabajo bien hecho, pregúntenle a un Ariza, un Villanueva o un Santiago y díganle que por qué sus pasos no hacen cambios... simplemente, como me dijo un gran amigo ahora en "stand by", porque no se ha hecho nunca. Aqui está la verdad del trabajo de un costalero, en saber andar con un paso, al son que hay que traerlo, con el único motivo de llevar a Dios hasta un sitio en concreto, lease catedral, y traerlo de nuevo. Hace años, ya afincado en la ciudad que inventó esto, descubrí que sin esto, sin el trabajo puro y duro del costal, sin disfrutal del arreón de un paso de vuelta que es podido por su cuadrilla y que se aploma de kilos, que anda poderoso y que se come las calles, sin esto, no tiene sentido nada de lo demás, aunque personalmente me guste un izquierdo más que a un tonto un lápiz. la esencia de todo esto es que los pasos anden, por ejemplo, así... y ya después hablamos.

1 comentario:

Arcos dijo...

Ole lo bien hablao