Ahora que con los dedos de nuestras manos podemos contar los días que nos faltan para verle, Ahora que ya se le siente por las calle de la via que le lleva a la Sentencia y Sentenciado nos lo devuelve a casa cuando la madrugá se atisba por San Francisco.
Ahora es el momento de empezar a disfrutarle, de ir a visitarle más que nunca, de ir a hacerle la especial guardia pretoriana que los hermanos del Prendimiento le hacemos cada año cuando todo parece listo.
Empiezan de verdad los momentos íntimos junto a Ellos, porque Ellos están durante poco más de una semana a nuestro lado, tangibles como una sola vez al año están.
Disfruten de nuestras particulares vísperas... la Gloria está por llegar
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