En este es en el única Zapatero que yo creo. Desde la calle San Jacinto, esa que mira de frente a Sevilla desde más allá del puente, viene el Señor, el que reminenda las penas de un barrio, el que mira hacia arriba por no destrozar el alma de cada uno de sus hijos con su terrible pena...
Fino y elegante como él solo, como la gente de Triana entiende la Semana Santa ¿Se puede tachar de folclore tanta devoción y compás?
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