martes, 27 de diciembre de 2011

EL DÍA QUE MI HERMANO HABLÓ CON DIOS...

El título de esta entrada debería ser otro, pero una conversación con mi madre hace un rato ha cambiado, como solo lo sabe hacer Él, el destino de la misma. Resulta que hoy, como pueden ver en la foto, es la festividad de San Juan Evangelista, patrón de la juventud cofrade y que tanto en Linares como en todas las hermandades se celebra de manera especial. El nuevo equipo de priostes de la hermandad del Prendimiento asumió ayer, y de que manera (enhorabuena por el trabajo y la genial presentación del discípulo amado) el reto de su primer culto de la hermandad, y han decidido, ya que por su titularidad así lo merece, presentar ante nosotros a San Juan de una manera algo más especial. Pero también se decidió cambiar al Señor de cara al tiempo que va a venir y que Él, tras su nacimiento celebrado el pasado domingo, presida de nuevo su capilla tras el casi completo mes de diciembre en el que su madre Inmaculada ha llenado con su divinidad y belleza la capilla de la hermandad. Tras decidir en la Inmaculada no cambiar la túnica del Señor el momento llegó ayer. No se si sabrán que mi hermano Alejandro, ese partener costalero del que les he hablado en alguna ocasión, y que no solo lo es de los pasos sino de la vida, es el nuevo, joven y flamante prioste del Señor del Prendimiento de Linares, y ayer fue seguro un día especial para los dos. Resulta que mi hermano, como todo el mundo, tiene sus cosas personales en la vida que lo traen a él y a cualquiera en un a constante tensión y vueltas de cabeza, y es que esta crisis nos tiene a todos descontrolados. Hace poco más de un mes Él decidió que su prioste, el mayordomo que Dios elige cada cierto tiempo, fuera él, quizás para tenerlo más cerca, quizás para consolarle en el trance que su vida tiene ahora... quién sabe por qué Él escribe derecho con renglones torcidos, pero ayer Él decidió que era el momento. Ayer mi hermano se enfrentó al reto de cambiarle la túnica al Soberano del compás, ayer lo tuvo en esa habitación cuyas paredes están encaladas con los rezos de vestidores y camareras del Señor y la Virgen, ayer dios Prendido bajo de su altar para compartir con mi hermano, con "mi chico", un momento que seguro nadie puede superar y que muchos desearíamos vivir. Me imagino el momento y no puedo más que emocionarme, pienso lo mismo que mi madre al verlo "míralo, ahí va el Señor con su prioste" cuando Alejandro lo asía por el torso para trasladarlo a la habitación de la Gloria y del rezo. Y ese momento de plantarse delante de él, de mirarlo a los ojos a la altura de uno y de dejar que le taladre a uno el alma con su enorme bondad y su mansedumbre divina. Hablar con él, tenerlo delante para ti solo, contarle tus cosas, en silencio o en un susurro mientras le pones la camisa o le colocas la túnica, como un mozo de espadas tiene esa relación íntima con su torero quizás el prioste del Señor la tenga con Él. Enhorabuena chico porque esa es una de las cosas que en la vida solo le pasan a ciertos elegidos, y Él, por alguna razón que solo saben Ellos (su madre y el Señor) quiere que estés ahora con él, quiere que seas su mozo de espadas, y quiere que lo vistas para la faena de la redención divina. Solo un encargo, háblale al corazón que Él lo hará siempre, y háblale de nosotros, de su gente, a la que Él nunca olvida

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